Mediante un muy interesante debate y aporte de ideas entre todos, pudimos reconocer que somos agentes de violencia con más frecuencia de lo que creemos.Después de la exposición de ideas y perspectivas diversas, disfrutamos de la presentación de dos muy graciosos y verídicos sociodramas interpretados por los mejores actores representantes de los padres. Fue una noche muy agradable que nos dejó en el corazón muchos aprendizajes, entre ellos que debemos ser más prudentes, inteligentes, reflexivos, sensibles y comunicativos a la hora de educar a nuestros niños, para no caer en el hábito de la violencia.